A lo largo de toda la historia, el hombre para construir lo más simple, se ha planteado un diseño previo de lo que quería realizar, ya sea mentalmente o ejecutando una representación gráfica de su idea, mediante líneas, sobre algún tipo de material que le permitiera tener la misma idea presente mientras la desarrollaba. Así, mientras realizaba sus diseños, fuera tallándolos en piedra o madera, grabándolos en barro o en cera o, posteriormente, dibujando en papel, el hombre estaba “Delineando”; de esto se puede inferir que la delineación es una de las más antiguas labores ligadas al mundo de la arquitectura, la ingeniería, la construcción, la industria y el diseño. Con la llegada de los computadores y el nacimiento de los programas CAD, la delineación ha sufrido un gran proceso evolutivo en el cual el delineante debe ser cada vez más competente para afrontar los nuevos retos de la tecnología, teniendo los conocimientos suficientes para dominar estas poderosas herramientas que se le ofrecen.
El trabajo de un delineante es trascendental en el proceso de concepción, desarrollo y visualización de un proyecto arquitectónico; los planos, los detalles, las perspectivas, las maquetas y los render son herramientas imprescindibles para lograr su máxima comprensión y posterior construcción.
